Elizabeth Barrett Browning
Poetisa inglesa
Elizabeth Barrett Browning nació el 6 de marzo de 1806 en Coxhoe Hall, Durham (Inglaterra).
En el año 1826 se publicó de forma anónima su Ensayo sobre la mente y otros poemas.
En 1833 se imprimió su traducción del Prometeo encadenado de Esquilo, apareciendo una nueva versión en 1850.
En 1844 publicó un volumen de poesías que incluía 'El lamento de los niños' y 'El galanteo de Lady Geraldine'; la introducción en la edición estadounidense fue realizada por Edgar Allan Poe. En 1855, en El Serafín y otros poemas, expresó sus sentimientos cristianos en forma de tragedia clásica.
En 1845 comenzó a verse con el poeta Robert Browning, noviazgo que su padre no aceptó. En 1846, huyeron a Florencia, donde Elizabeth, con 43 años, tuvo un hijo. Sus Sonetos del portugués, dedicados a su marido y escritos en secreto antes de su matrimonio, fueron publicados en 1850. En Las ventanas de la Casa Guidi (1848-1851) y Poemas antes del Congreso (1860), se expresa su apoyo a la unificación Italiana. Su obra más extensa y ambiciosa es el poema didáctico en verso libre Aurora Leigh (1856), donde se defiende el derecho de las mujeres a la libertad intelectual y expone las preocupaciones de las artistas. Al morir, su esposo preparó sus Últimos poemas (1861) para la imprenta.
Elizabeth Barrett Browning falleció en Florencia, Italia, el 29 de junio de 1861.
Obras publicadas
1820: The Battle of Marathon: A Poem
1826: A Essay on Mind, with Other Poems
1833: Prometheus Bound
1838: The Seraphim, and Other Poems
1844: Poems
1851: Casa Guidi Windows
1854: Two Poems: "A Plea for the Ragged Schools of London" and "The Twins"
1857: Aurora Leigh
1860: Poems Before Congress
1862: Last Poems
Si has de amarme que sea solamente...
Si has de amarme que sea solamente
por amor de mi amor. No digas nunca
que es por mi aspecto, mi sonrisa, el modo
de hablar o por un rasgo de carácter
que concuerda contigo o aquel día
hizo que nos sintiéramos felices...
Porque, amor mío, todas estas cosas
pueden cambiar, y hasta el amor se muere.
No me quieras tampoco por las lágrimas
que compasivo enjugas en mi rostro...
¡Porque puedo olvidarme de llorar
gracias ti, y así perder tu amor!
Por amor de mi amor quiero que me ames,
para que dure amor eternamente.